Para los cuidadores de personas en situación de dependencia, las navidades suponen, como para todos, unos días especiales, pero también de mucho estrés, por eso es necesario que todos nos concienciemos de lo que ayuda aliviar el trabajo de un cuidador en Navidad. Y es que, entre los preparativos en el hogar, la elaboración de comidas, la compra de regalos de Reyes, y por supuesto, la atención diaria que necesite la persona dependiente, el cuidador podría llegar a no disfrutar plenamente de las celebraciones.
El llevar adelante muchas cosas al mismo tiempo y tenerlo todo a punto para la ocasión puede traer consigo mucho agobio y frustración. Hay que tener en cuenta que muchas personas que cuidan de un paciente dependiente están, a la vez, trabajando y manteniendo a su familia.
La dificultad que plantea la conjunción de todas las tareas disminuye la atención en su propio bienestar de la persona que cuida a aquel que sufre la dependencia personal, y no debería, el trabajo de un cuidador, restar importancia a su satisfacción personal y los mínimos de confortabilidad que debe sentir que tiene toda persona.
Por ello, ante esta aglomeración de responsabilidades, es oportuno que el cuidador y todas las personas que le rodeen sean participes de mejorar y aliviar la carga de trabajo de este.
El trabajo de un cuidador en fechas especiales
En primer lugar, cabe la ocasión días o semanas antes de los días más señalados en el calendario, Año nuevo y Reyes, el anticiparse a los mismos y organizarse las tareas pendientes. Es la ocasión perfecta para poder delegar encargos a otras personas allegadas y pedir ayuda para llevarlas a cabo. En el caso de ser un familiar, el trabajo de un cuidador debería sentirse más distendido si cuenta con el resto de allegados en estas fechas tan señaladas para distribuir los encargos o quehaceres que por costumbre se suelen dar: Compras de comidas, regalos, reserva de sitios para comer, visitas a otros familiares, amigos, amigas…
Otro punto muy importante en el trabajo de un cuidador es saber entender que nuestro familiar dependiente o paciente a cargo puede sentirse algo desorientado o no comprender a que se debe tanto movimiento y ajetreo. Sobre todo, si este tiene problemas cognitivos relacionados con alguna patología neurológica. El cambio de rutinas puede alterar el estado psíquico y emocional del paciente, por lo que hay que saber planificar estos días festivos de cara a que no agraven su situación.
Es decir, debemos saber celebrar si cambios de ritmo radicales en la rutina del paciente y tratando en todo momento de hacer comprensible para él todo lo que esta sucediendo. Tenemos que acompañarle, explicarle y ayudarle a disfrutar estos días sin despreocuparnos de disfrutar lo que a nosotros también nos concierne.
La previsión en el trabajo de un cuidador
Otro consejo muy útil para los cuidadores es el preparar las comidas de Navidad antes de tiempo. Cocinar algunos platos más complejos de realizar los días previos a las reuniones familiares, y congelarlos para luego poder servirlos. Esto no solo reducirá la carga de trabajo, si no que podemos incluso hacerle participe de su elaboración a la persona de la que se cuida, preguntarle cuales son sus preferencias y aumentando así su autoestima.
Entre otras recomendaciones para celebrar la navidad con una persona dependiente, también son muy importantes tan para la persona dependiente como para el cuidador las emocionales. Quizás, no forma parte de el trabajo de un cuidador de una manera directa, pero pequeños detalles como son, acercarle a los menores de la familia y que le aporten cariño, recordar viejos tiempos juntos que incentiven la recompensa de poder ayudar al prójimo,