En España hay más de tres millones de personas en situación de dependencia, entre estos, 1.2 millones padecen Alzheimer, siendo esta enfermedad la que mayor número de dependientes aglutina.
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales. Se caracteriza en su forma típica por una pérdida de la memoria inmediata y de otras capacidades mentales.
También conocida como demencia senil, este trastorno afecta en su mayoría a las personas mayores y según fuentes del INE , en 2017 murieron 15.202 personas a causa de esta enfermedad.
Dentro de esta estadística resalta el dato de que la gran mayoría son fallecidas con un total de 10.647 con respecto a los hombres que fueron 4024.
Según los datos del informe ‘El cuidador en España, contexto actual y perspectivas de futuro’ elaborado por CEAFA (Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer) en España hay un enfermo de Alzheimer por cada cuatro hogares. Estas personas que padecen esta enfermedad requieren de unos servicios y prestaciones especiales.
Como es de esperar, estos cuidados tienen unos costes. De la manera que sean, este gasto varía según la incidencia de la enfermedad en la persona afectada. Se calcula que aproximadamente en España se gastan 36 millones de euros anuales en estos servicios. Cabe destacar que el Alzheimer es una enfermedad que dura entre 3 y 20 años, según este informe.
Los costes del Alzheimer pueden ser varios
Entre los principales están las pruebas de diagnóstico. Estas pruebas suelen ser carácter privado, ya que a veces no las cubre la seguridad social. Recurrir a una clínica privada para realizarlas suponen altos costes en la familia del enfermo.
También son gastos recurrentes para familias que tienen a un enfermo de Alzheimer el gasto en medicamentos, recetados o no por la Seguridad social, o los gastos hospitalarios en caso de que fuera necesario.
Por último, uno de los costes directos más elevados es de contratar a un cuidador. En muchos casos se requiere al cuidado profesional para garantizar la estabilidad y el bienestar del enfermo. Una persona con demencia no está capacitada para realizar sus funciones diarias y es dependiente de otra. Los gastos mensuales de una persona encargada de cuidar a otra son altos, pero garantiza seguridad y profesionalidad en cuidados tan específicos.
Los seguros de dependencia, una alternativa a estos costes
Tradicionalmente ha sido la familia la que siempre se ha encargado del familiar ante una situación de dependencia. Tanto pagando de su propio bolsillo todos los costes ya citados como cuidando al enfermo.
Esto es algo que ha ido cambiando con los años. Con los seguros de dependencia se ofrece la oportunidad de liberar a la familia de esos cuidados tan minuciosos. Con una póliza de dependencia, los gastos se reducen, pues se abre la posibilidad de cobrar una cuota mensual que ayude a pagar todos estos costes.
A su vez, con la prestación, la familia se garantiza una total tranquilidad económica y emocional a la hora de tratar a la persona cercana que padezca Alzheimer o cualquier otra enfermedad.
En el caso de nuestro seguro, no es necesario siquiera un dictamen oficial para poder empezar a cobrar la prestación. Basta con una valoración de la propia compañía para comenzar a ingresar el importe mensual.
Si esta información es de tu interés, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Estaremos encantados de atenderte.