Nuestra casa es algo más que el lugar en el que vivimos. Es el sitio donde solemos pasar más tiempo con la familia, donde nos sentimos más cómodos, amados y protegidos. Sin embargo, para una persona en situación de dependencia, puede convertirse en toda una prisión si esta no está correctamente adaptada a su condición. Tenemos que entender que adaptar el hogar de personas dependientes a sus necesidades les facilita muchísimo su situación.
Se estima que tan solo dos de cada cien hogares españoles está correctamente acondicionado y posee unas características adecuadas de accesibilidad. Unas cifras muy bajas en relación a la importancia de este tema. Para que podemos garantizar una mejora considerable en la calidad de vida de una persona dependiente, y aumentar con ello su nivel de autonomía, independencia y autoestima, su hogar debe ser seguro y confortable.
Modificar y adaptar el entorno de una persona dependiente con pequeñas obras y reparaciones, o tan solo con cambiar la distribución del mobiliario y los electrodomésticos, facilita al inquilino del hogar o la persona encargada de su cuidado el poder realizar las tareas más cotidianas y minimizar esfuerzos:
Elementos que revisar en el hogar de personas dependientes
Accesos y escaleras
En el caso que la persona dependiente necesite de silla de ruedas, andador o muletas para poder caminar, el acceso a la casa debe estar acondicionado con una rampa, sin mucho desnivel, y contar con pasillos amplios y anchos que permitan mejor el paso del inquilino. Las puertas, mejor de ser correderas, y contar con asas en lugar de pomos.
Por otra parte, en casas con más de un piso, es imprescindible adaptar la escalera para que la persona en situación de dependencia pueda subirla sin mucha dificultad. Por lo que esta debe contar de forma imprescindible con barandillas en ambos lados para el apoyo. El adquirir una silla salva-escaleras es también una opción para salvar este obstáculo, pero debemos tener en cuenta que puede suponer un gasto económico importante.
El salón
El salón es la parte del hogar donde mas vida social se realiza, a excepción quizás de la cocina. Para facilitar la movilidad por este espacio, la distribución de los muebles y enseres ha de estar adaptada para evitar tropezones o golpes. Por lo que evitemos elementos de decoración como alfombras o tapetes que puedan producir resbalones.
Los sillones y sofás deben contar con apoya-brazos y respaldos altos y rectos, que aseguren la máxima comodidad al ocuparlos. La televisión también debe quedar a la altura de la vista de la persona sentada, por lo que puede colocarse en la pared o sobre un mueble del tamaño correcto.
El dormitorio
La habitación de la persona dependiente ha de contar con una cama grande, a una altura lo suficientemente considerable para facilitar levantarse o incorporarse en ella y con lo que se evite posibles caídas. Este riesgo tan común es algo que se puede neutralizar aun mas al añadir barrotes extensibles a ambos lados.
El cuarto ha de estar también bien iluminado, por lo que contar con interruptores que puedan accionarse desde la misma cama es una opción muy correcta.
El cuarto de baño
El baño es, sin duda, el lugar más peligroso del hogar de una persona dependiente, ya que la humedad del ambiente favorece posibles resbalones y caídas. Para evitar esto, lo ideal es instalar suelos antideslizantes y barras de apoyo cerca del inodoro y la ducha.
Así mismo, la puerta de la habitación debe poder abrirse desde fuera y ser lo suficientemente ancha para, dado el caso, poder acceder con silla de ruedas.
La cocina-comedor
La cocina también es un lugar peligrosos por la cantidad de electrodomésticos que se encuentran aquí. Por ello, se recomienda realizar una instalación de placas de inducción o vitrocerámicas, de uso mas sencillo y mas seguro que la cocina de gas, y detectores de humo, por si se produce algún incendio.
Se debe cuidar también la distribución del espacio que ocupan los muebles. La forma de la mesa del comedor debe ser redondeada, para evitar golpes, y las sillas firmes, cómodas y estables.