La osteoporosis es una enfermedad que es propia de los huesos y que consiste en la pérdida gradual de tejido óseo por unidad de volumen del hueso. Al padecer esta enfermedad el hueso pierde contenido mineral y proteico, por lo que se vuelve más poroso y termina por contener más aire. Todo esto hace que disminuya la masa ósea y se altere la arquitectura ósea; la consecuencia de todo ello es una mayor fragilidad del esqueleto y una mayor frecuencia de fracturas óseas. Te explicamos qué es la osteoporosis, sus principales síntomas y los tratamientos que pueden aplicarse.
Principales síntomas para entender qué es la osteoporosis
Para comprender qué es la osteoporosis y no caer en alarmas es necesario recalcar que se trata de una enfermedad frecuente, especialmente en las mujeres después de la menopausia y en los ancianos. La falta de calcio a lo largo de la vida juega un papel importante en el desarrollo de la osteoporosis. Una dieta baja en calcio contribuye a la disminución de la densidad ósea, la pérdida ósea temprana y un mayor riesgo de fracturas.
Ésta también puede aparecer de forma secundaria a otros trastornos óseos, como pueden ser enfermedades inflamatorias crónicas, en los casos de artritis reumatoide, espondilitis anquilosante; en relación a algunos cánceres hematológicos como el mieloma, la leucemia, o los linfomas; junto a enfermedades de las glándulas endocrinas como los problemas de tiroides, o bien de la glándula suprarrenal; o por abuso de sustancias tóxicas para los huesos, como son el alcohol y el tabaco, y por la ingesta crónica de ciertos medicamentos, especialmente de la cortisona y sus derivados.
¿Causa dolor la osteoporosis?
El padecimiento de la osteoporosis como tal no provoca dolor, lo que duele son las consecuencias de esta. Es decir, las fracturas óseas que ésta origina. Las fracturas de huesos largos son comunes cuando se padece osteoporosis y suelen localizarse en la muñeca, las vértebras, la cadera, el hombro o las costillas. Éstas se producen por consecuencia de mínimos golpes o de esfuerzos; por ejemplo, un ataque de tos puede desencadenar, en estos pacientes, una fractura vertebral.
Asimismo, esta enfermedad no produce síntomas, no duele ni causa ninguna alteración en sí misma. Sin embargo, al producirse gran fragilidad en los huesos, aparecen con gran frecuencia fracturas óseas, que son las que condicionan los síntomas en estos enfermos.
Cuando a lo largo del tiempo se repiten las fracturas vertebrales, entonces es por consecuencia de que la osteoporosis altera la conformación normal del esqueleto; la persona pierde altura, llega a padecer una exagerada curvatura de su columna dorsal y aparece una joroba muy característica. Esta alteración puede provocar un dolor espinal crónico.
Típicamente, las etapas iniciales de la disminución de la masa ósea no presentan síntomas. Pero una vez que la osteoporosis debilita tus huesos, podrías tener signos y síntomas que incluyen los siguientes:
- Dolor de espalda, provocado por una vértebra fracturada o aplastada.
- Pérdida de estatura con el tiempo
- Una postura encorvada.
- Un hueso que se rompe mucho más fácilmente de lo esperado.
Tipos de pacientes con predisposición a padecer osteoporosis
Los casos de osteoporosis cobran mayor gravedad en aquellas mujeres postmenopáusicas, especialmente si la menopausia ha sido de carácter precoz –experimentada antes de los 46 años- o después de someterse a una cirugía de extirpación de ovarios y útero; también aquellas personas ancianas, sobre todo si están institucionalizadas y llevan una vida sedentaria. Puede ser suficiente con realizar un paseo diario o ejercicios de gimnasia. El sedentarismo da lugar a una disminución de la mineralización del hueso debido a la inactividad. Esa inactividad produce un descenso en las fuerzas y tensiones que actúan en el hueso.
Además, los antecedentes familiares juegan un papel muy importante. Es clave intentar evitar en la juventud hábitos nocivos y conductas de riesgo como el fumar o el exceso de consumo de alcohol. Cualquier abuso a estas edades se puede pagar en la edad adulta con enfermedades como la osteoporosis, entre otras.
También, las personas que pasan mucho tiempo sentadas tienen un mayor riesgo de presentar osteoporosis que aquellas que han sido más activas. Cualquier ejercicio con peso y actividades que promuevan el equilibrio y la buena postura son beneficiosos para los huesos, pero caminar, correr, saltar, bailar y levantar pesas parecen ser particularmente beneficiosas.
Innovaciones en los tipos de tratamiento de la osteoporosis
La mayoría de los medicamentos para la osteoporosis reducen la velocidad con la que los huesos se rompen. Algunos también actúan acelerando el proceso de recomposición del hueso. Cualquiera de los dos mecanismos refuerza el hueso y reduce el riesgo de tener fracturas.
Los medicamentos que se utilizan durante el tratamiento de la osteoporosis buscan reducir especialmente las fracturas vertebrales y de la cadera. Ante este tipo de casos se utilizan, principalmente, medicamentos anti-reabsortivos del tipo de los Bifosfonatos. La vitamina D mejora la capacidad del cuerpo para absorber el calcio y mejora de otras maneras la salud de los huesos.
Últimamente se ha empezado también a utilizar el Denosumab, una terapia biológica eficaz, la cual contribuye a la regulación de la función de los Osteoclastos, las células que disuelven el hueso y favorecen su fragilidad. También disponemos de estimuladores de la formación como la Teriparatida.
Todo tipo de tratamiento debe ir apoyado en una adecuada actividad física diaria, que esté acompañada de una dieta rica en calcio, en el abandono del consumo excesivo de alcohol y tabaco, y en el mantenimiento de unos niveles adecuados de vitamina D.
Ahora que sabes más sobre qué es la osteoporosis, sus síntomas y como combatirla, te recomendamos que nos dejes tus dudas o consultas en comentarios.
Desde TuDependencia continuaremos informando sobre esta y otros tipos de enfermedades asociadas a personas de la tercera edad.